viernes, 29 de julio de 2011

Aquella niña...

Risas, burlas, soledad, vacío.
Recreos en soledad viendo como pasan su infancia con alegría y como su única tristeza es tropezarse una vez pero otros le ayudan la/o levantan y vuelve a reír, a saltar a jugar...y ha hacer todas esas cosas que en ese momento pertenecen pero que tú por varios motivos no puedes hacer.
Y ahí estás tú apoyada en aquella columna viendo como pasa esa terrible media hora que aunque para otros es un leve descanso para ti es el mayor de los castigos.
Y escuchas comentarios, de niños y de no tan niños...
Pero los años pasan y van llegando personas, personas que ven más allá de esas dos ruedas que te acompañaron y te acompañarán.
Y ríes con ellos, y lloras con ellos...
Y aunque a veces te sientas como aquella niña que un día fuiste, sola y perdida sabes que no lo estás...
Porque aquellas risas y burlas fueron reduciendo intensidad hasta desaparecer.
Porque pienso en esos comentarios anteriormente mencionados y hoy en día digo ¡bah!, IMBÉCILES.

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